Es una pena, pero este sábado terminará un ciclo que empecé hace
ya tres años. Durante ese tiempo he conocido a muy buena gente, gente que ahora
considero buenos amigos míos. Empecé los cursos de cómic y ilustración no con
mucha confianza ya que pensé que se me había pasado el arroz por no haberlos
hecho más joven. Pero gracias a esto, a haberlos hecho, mi mentalidad ha
cambiado y he podido comprobar que nunca es tarde para empezar nada. Y que la
ilusión es capaz de elevarnos a la más alta de las alegrías, que nunca hay que
parar de hacer cosas, conocer gente, empezar nuevos proyectos; porque eso, es
lo que nos da la vida; el dinero nos puede facilitar ciertas cosas, pero si no
tenemos algo por lo que vivir, algo por lo que ilusionarnos, algo que compartir
o alguien a quien ayudar o simplemente escuchar...¿para qué demonios estamos
aquí?.
Esta entrada se la dedico a toda la gente
que he conocido, a mis profesores, a todos los amigos que he hecho y con los
que espero no perder el contacto. Así como a mi familia y al apoyo incondicional que siempre siempre he recibido de ellos, os quiero.
Recordad que vivimos bajo el mismo cielo,
que no somos diferentes a nadie, ni más ni menos, y que el mismo cielo que un
día nos vio nacer también verá el día en que partamos hacia quien sabe dónde.
Por lo tanto vivir, ser felices y seguro que en algún momento nos volveremos a
ver.
Un fuerte abrazo. :)
Ya para despedirme os dejo la primera
ilustración a color que he realizado de un cuento que tengo en mente. Espero
que os guste. :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario